lunes, 28 de noviembre de 2011

¿Por qué te escondes?

Te veo, te siento, sé que estás ahí. Te oigo cada día a pesar de que intentas no llamar nunca la atención. Te busco con la mirada aun sabiendo que pocas veces te voy a encontrar. Sabes que existo. ¿Por qué te escondes?.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Make me feel better.

El sabor de tus besos. Una buena conversación. Fluir. Abandonarme en mi galaxia paralela. Perderme entre el gentío de una gran ciudad. Sentir el frío de la montaña. Respirar hondo. La calidez de la amistad verdadera. Fallar, equivocarme  y saber rectificar. Tocarte. Conseguir disfrutar el presente de forma prolongada. Saber perdonar. Un baño en alta mar. Sentirme minúsculo en la inmensidad. Hacerme gigante en tus caricias. Dormir en el desierto. Contemplar la hoguera de tu cuerpo. Los espárragos silvestres. Canalizar el miedo. Reír hasta llorar. La luz y la oscuridad. Viajar sin día de retorno. Volver a casa y ... ¿qué dices, nos apareamos de nuevo?

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Báilame el agua.

Báilame el agua.
Úntame de amor y otras fragancias de su jardín secreto.
Riégame de especias que dejen mi vida impregnada de tu olor.
Sácame de quicio.
Llévame a pasear atado con una correa que apriete demasiado.
Hazme sufrir.
Aviva las ascuas.
Ponme a secar como un trapo mojado.
No desates las cuerdas hasta que sea tarde.
Sírveme un vaso de agua ardiente y bendita que me queme por dentro, que no sea tuya ni mía, que sea de todos.
Líbrame de mi estigma.
Llámame tonto.
Sacrifica tu aureola.
Perdóname.
Olvida todo lo que haya podido decir hasta ahora.
No me arrastres.
No me asustes.
Vete lejos.
Pero no sueltes mi mano.
Empecemos de nuevo.
Sangra mi labio con sanguijuelas de colores.
Fuma un cigarro para mí.
Traga el humo.
Arréglalo y que no vuelva a estropearse.
Échalo fuera.
Crúzate conmigo en una autopista a cien por hora.
Sueña retorcido.
Sueña feliz, que yo me encargaré de tus enemigos.
Dame la llave de tus oídos.
Toca mis ojos abiertos.
Nota la textura del calor.
Hasta reventar.
Sé yo mismo y no te arrepentirás.
¿Por cuánto te vendes? Regálame a tus ídolos.
Yo te enviaré a los míos.
Píllate los dedos.
Los lameré hasta que no sepan a miel.
Hasta que no dejen de ser miel.
Sal, niega todo y después vuelve.
Te invito a un café.
Caliente claro.
Y sin azucar. Sin aliento.

A tu lado.

Por mucho que lo niegue, te echo tanto de menos... Han pasado tantos días, tantos meses y aún te sigo recordando como si te tuviera delante, como si tu aliento siguiera bajando por mi nuca, como si tus manos todavía estuvieran retorciéndome el pelo, como si nada de lo que finalmente pasó hubiera pasado.
Pienso cada día qué no hice para tenerte a mi lado, qué me faltó darte o qué no supe ver en tus ojos día tras día, segundo tras segundo... Y date cuenta de las veces que me quedé embobada mirándolos como si no hubiera mañana, de las veces que contuve la respiración al sentir que te acercabas y del miedo que pasé pensando que quizás era el último momento que compartíamos.
Parezco idiota siguiendo enfrascada en la botella de momentos que decidimos descorchar, "ya pasó" me dicen, pero ni así soy capaz de olvidarte, ni pensando en el dolor que sentí cuando el vidrio empezó a agrietarse. Ya son horas de dejarlo estar, ya lo sé, pero hay algo que no me deja.
En su momento te dije que había que ser egoísta, te di a entender todo lo contrario a lo que pensaba porque solo quería ser tan fuerte como tú. Me equivoqué. Otra vez.
Te quise tanto y te olvidé tan poco, jamás te pude comparar con nadie, y sin embargo ahora no dejo de comparar a los demás contigo sin poder hacerlo, porque hasta hoy nadie es comparable contigo, lo pensé, lo pienso ahora, pero espero no pensarlo siempre, porque realmente tampoco quiero estar condenada a esperarte toda una vida sabiendo que no vas a volver jamás, sabiendo que ni me has querido, ni me quieres, ni me querrás, y que probablemente tampoco me recuerdes, que fue bonito mientras duró pero se quedó por el camino y que las palabras, gestos, caricias y mimos que me regalaste, deben quedar guardadas en el fondo del cajón de los calcetines, donde tarde mucho tiempo en volver a buscar y a encontrar y donde pueda olvidar tranquilamente, sin recuerdos que me persigan hasta en sueños.
Un clavo saca a otro clavo, yo no quiero sacarte de mi mente a fuerza de golpes, pero si rezo para que llegue algo que me haga darme cuenta de que dentro de tu infame perfección, había algo que fallaba, y ese algo es que en el fondo nunca me tomaste en serio. Solo queda esperar que, algún día, alguien te agradezca que no me quisieras a tu lado.

martes, 1 de noviembre de 2011

Aprenderás.

Después de algún tiempo aprenderás la diferencia entre dar la mano y socorrer un alma, y aprenderás que amar no significa apoyarse, y que compañía no siempre significa seguridad.
Comenzarás a aprender que los besos no son contratos, ni regalos, promesas… comenzarás a aceptar tus derrotas con la cabeza erguida y la mirada al frente, con la gracia de un niño y no con la tristeza de un adulto y apren
derás a construir hoy todos tus caminos, porque el terreno de mañana es incierto para los proyectos y el futuro tiene la costumbre de caer en el vacío.
Después de un tiempo aprenderás que el sol quema si te expones demasiado… aceptarás incluso que las personas buenas podrían herirte alguna vez y necesitarás perdonarlas… aprenderás que hablar puede aliviar los dolores del alma… descubrirás que lleva años construir confianza y apenas unos segundos destruirla y que tu también podrás hacer cosas de las que te arrepentirás el resto de tu vida.
Aprenderás que las nuevas amistades continúan creciendo a pesar de la distancias, y que no importa que es lo que tienes, sino a quien tienes en la vida, y que los buenos amigos son la familia que nos permitimos elegir.
Aprenderás que no tenemos que cambiar de amigos, si estamos dispuestos a aceptar que los amigos cambian. Te darás cuenta que puedes pasar buenos momentos con tu mejor amigo haciendo cualquier cosa o simplemente nada, solo por el placer de disfrutar de su compañía.
Descubrirás que muchas veces tomas a la ligera a las personas que más te importan y por eso siempre debemos decir a esas personas que las amamos, porque nunca estaremos seguros de cuando será la ultima vez que las veamos.
Aprenderás que las circunstancias y el ambiente que nos rodea tiene la influencia sobre nosotros, pero nosotros somos los únicos responsables de lo que hacemos.
Comenzarás a aprender que no nos debemos comparar con los demás, salvo cuando queremos imitarlos para mejorar.
Descubrirás que se lleva mucho tiempo para llegar a ser la persona que quieres ser, y que el tiempo es corto. Aprenderás que no importa a donde llegaste, sino a donde te diriges y si no lo sabes cualquier lugar sirve…
Aprenderás que si no controlas tus actos ellos te controlarán y que ser flexible no significa ser débil o no tener personalidad, porque no importa cuan delicada y frágil sea una situación: siempre existen dos lados.
Aprenderás que héroes son las personas que hicieron lo que era necesario, enfrentando las consecuencias…
Aprenderás que la paciencia requiere mucha practica. Descubrirás que algunas veces, la persona que esperas que te patee cuando te caes, tal vez sea una de las pocas que te ayuden a levantarte.
Madurar tiene mas que ver con lo que has aprendido de las experiencias, que con los años vividos.
Aprenderás que hay mucho mas de tus padres en ti de lo que supones.
Aprenderás que cuando sientes rabia, tienes derecho a tenerla, pero eso no te da derecho a ser cruel. Descubrirás que solo porque alguien no te ama de la forma que quieres, no significa que no te ame con todo lo que puede, porque hay personas que nos aman, pero que no saben como demostrarlo…
No siempre es suficiente ser perdonado por alguien, algunas veces tendrás que aprender a perdonarte a ti mismo.
Aprenderás que con la misma severidad con la que juzgas, también serás juzgado y en algún momento condenado. Aprenderás que no importa en cuantos pedazos tu corazón se partió, el mundo no se detiene para que lo arregles.
Aprenderás que el tiempo no es algo que pueda volver hacia atrás, por lo tanto, debes cultivar tu propio jardín y decorar tu alma, en vez de esperar que alguien te traiga flores.
Entonces y solo entonces sabrás realmente lo que puedes soportar; que eres fuerte y que podrás ir mucho más lejos de lo que pensabas cuando creías que no se podía mas.
Es que realmente la vida vale cuando tienes el valor de enfrentarla.

sábado, 29 de octubre de 2011

Seguir andando.

No me queda nada, ni si quiera inspiración. No me quedan ganas de seguir estando sola por nada y por nadie, de vivir esperando respuestas y acciones que nunca llegan de quien más las espero. No entiendo dónde ha estado mi error en este caso, quizás en preocuparme demasiado de personas que siempre había creído que valían la pena y que nunca me iban a faltar cuando más las necesitara. Y ahora ¿qué? ¿dónde están?.
Me empiezo a agotar de gritar en silencio, de vivir callada aguantando todo lo que me quieran echar encima y sin que me tiendan la mano para rescatarme del caos. Ahora entiendo que de nada sirve una vida entera dedicada al resto y olvidándose de una misma, de nada vale dejar a un lado lo mío y poner al resto por delante, porque nunca lo he hecho esperando una respuesta ni un agradecimiento, lo he hecho porque eran personas que realmente me importaban, que lo eran todo para mi, sin las que jamás iba a poder seguir caminando. Dicen que nadie que se merezca tus lágrimas hará que las derrames, ¿ni siquiera yo misma merezco mis propias lágrimas?¿acaso no puedo sentir impotencia? Al final cansa alegrarse por los demás, cansa cuando ves que todos lo tienen todo, en ocasiones sin merecerlo, y tú no tienes nada. Ni un hombro en el que dormirte llorando hasta no aguantar más.
Puede que en el fondo merezca todo esto, solo espero que alguien sepa qué he hecho para ello. Hasta entonces solo me queda andar sin mirar las manos que me han soltado por el camino, a la vez y sin compasión alguna.

Te echo de menos.

No solo echo de menos esos besos que conseguian ruborizarme, esos mensajes con los que me quedaba felizmente dormida. También extraño las peleas que teníamos, las borderías, tu calor, tu sonrisa, el brillo que tienen tus ojos. Extraño tu sofisticado olor, tu inexperiencia, tu capacidad de hacerme feliz con una sola palabra, de hacerme reír con facilidad, la capacidad que tienes de arreglarlo todo en unos segundos. Me falta tu gran valor para hacerme la reina del mundo, o la persona mas triste del inframundo. Necesito tocarte el pelo, besarte en el cuello, que me arropes cuando hace frío,que te preocupes por mí cuando estoy enferma, ponerme celosa del sol por acariciarte cada segundo que te está mirando.

viernes, 28 de octubre de 2011

Me cansé de ser valiente.

Me voy. Creo que son las palabras más indicadas para explicar lo que estoy sintiendo ahora. Estoy tratando de no seguir llorando, a pesar de que me duele más que nada lo que estoy viviendo ahora. Las cosas son complicadas, cada día un poquito más. Y tengo miedo, mucho miedo. Me siento como una pequeña criatura indefensa en medio del mundo, me da miedo que me olviden, que me pisen. Y tengo que irme. Tengo que irme porque las cosas no van a funcionar con mis sueños de papel, con mis amigos de etiqueta y yo sentada sola; las cosas no van a funcionar así. No sabes lo complicado que es decir todo esto, no sabéis lo difícil que es este momento para mi, pero tengo que prepararme para que cuando llegue el momento no tenga que mirar atrás y arrepentirme de todo lo que no supe arreglar.

lunes, 11 de julio de 2011

Sigo aqui.

Quiero ropa tirada en el suelo de una habitación oscura. Quiero respirar al ritmo de unos latidos que no sean los míos, deslizarme como un gato sobre una espalda a la que no le importe si se me va la mano y queda rasgada, quiero sentirme deseada, necesitada, algo querida, nunca demasiado. Quiero ser yo, solamente un rato, el justo y necesario para demostrar que no me he marchado, que sigo aqui.

domingo, 19 de junio de 2011

Pequeños grandes errores.

Quiero aprender de ti, ser tan sencilla, tan libre, tan sincera. Si, sobre todo sincera. Ser algo más valiente y poder decirte que no me da igual todo esto, que no le saco parte positiva, que si te he echado y te echo de menos, que quizás un poco si te necesite. No sé si todo es mejor así, no sé ser egoísta, ni sé dejar de pedir perdón, ni soy consciente tampoco de dónde ha estado el error, ni si ha sido tuyo, mío o de los dos. Sin embargo si sé lo que no quiero, y es ser una obligación para quien aprecio. A pesar de todo me gusta saber que soy comparable con un soplo de aire fresco que por lo menos ha sido un poco importante para ti, y me gusta también saber que las decisiones no son fáciles.
Es tu vida, y como te dije, en ocasiones hay que ser un poco egoísta y mirar por uno mismo, sin importar cómo se puedan sentir los demás, siendo tú el ombligo del mundo por una vez. Quizás pueda estar orgullosa de mis frases, de mis lecciones, de hacerme la fuerte y no caer, de controlar las emociones en el momento preciso, de reír yo y hacerte reír a ti cuando lo único que quiero es soltar las lágrimas que se me acumulan cuando me abrazas, de decir que soporto bien los golpes y que no me haces ninguna falta. Una pena no saber aplicar todas esas teorías, no aguantar la más mínima ola de aire, que no se pasen las ganas de llorar cuando me doy la vuelta para marcharme y mirar en el reflejo del cristal como te vas sabiendo que puede que no te vuelva a ver, que esos han sido los últimos momentos de algo que por ahora yo no quería que terminara. Quiero que seas un egoísta esta vez, quiero que seas todo lo egoísta que yo hasta hoy no he sabido ser. Y si, sin rencores, porque tú si has cumplido tu parte del trato, y yo he faltado a lo que me prometí a mi misma, no echarte jamás en falta.

jueves, 16 de junio de 2011

Por él. Por mi.

No lo sé. Yo estaba cansada de tener que pedir perdón siempre; por él y por mí. Estaba cansada del frío de su piel, del silencio de sus labios. Aunque con los ojos me gritara. Estaba cansada de tanta costumbre y tantas pequeñas decepciones. Cansada de perder la cuenta de las despedidas. Necesitaba un cambio de aires. Y ese cambio llegó casi sin buscarlo. Así que, es verdad: hemos hecho de la despedida un mero trámite. Fácil y fría. Pero, al menos, será la definitiva. Sin hablar. Sin miradas que puedan llegar a rozar el alma y hacernos estallar en forma de recuerdos. Una despedida triste pero necesaria. Y debe ser que, a base de latigazos de memoria y golpes de tiempo, se me han ido anestesiado cuerpo y mente...porque lo que debería desgarrarme por dentro, apenas me duele. Y me incomoda reconocerlo, pero me veo incapaz de sentir nada más por él. No me quedan impulsos, ni besos, ni ganas de discutir, ni alegrías, ni planes de futuro, ni rencor... Pero los recuerdos no mueren. Y para estos mil y pico días tengo una habitación reservada en la memoria. Entraré en ella a recordar cuando sea necesario y saldré sin hacer ruido al cerrar la puerta.

martes, 14 de junio de 2011

Caminos indecisos.

Si me vuelves a preguntar te repetiré que pienso lo mismo, que lo siento distinto, que me ahogo, que vuelvo a respirar, que no quiero pensarlo, pensarte, hacerte, arrepentirme, llorarte, enloquecer, reir, decirte y que te arrepientas.
Desde hoy te hablaré con decisión, adelantándome a mi voz pero sin recapacitar, sin importar si digo más de lo necesario, sin pensar en reacciones, daños, sorpresas, engaños.
Igual es eso lo que te hace falta, una buena conversación, echarle un par de narices y saber pensar con la boca sin guardar lo que te ronda y se queda en la garganta. Ya no sé sinceramente si me importa perder esta partida, quizás sea verdad eso que siempre dicen: uno solo teme perder lo que quiere y solo pierde lo que teme querer. Pero sería una buena forma de combatir tu indecisión; la tuya por la mía, intercambiando los roles que nos han tocado porque, ¿no sabes que cuando un indeciso elige un camino es para siempre?.

sábado, 11 de junio de 2011

Claves idealizadas.

Igual la clave está en aprovechar las cosas de la vida según llegan, sabiendo que a veces no es fácil olvidar el pasado; pero sabiendo también que la vida te suele dar más de una oportunidad, aunque creas que a ti, precisamente a ti, no te da ninguna.
Siempre me han dicho que tengo que ser más realista, que tengo que dejar de lado la inocencia y empezar a ver las cosas como son. Soy consciente de que tiendo a idealizar a las personas, de que eso no me conviene y de que los golpes son más grandes. Aún así, me gusta más mi mundo idealizado e irreal que todas las verdades afiladas que me quieran regalar.

jueves, 2 de junio de 2011

Toda una vida.

Hay días en los que te levantas, como tiempo atrás, deshaciéndote por las esquinas, necesitando un rollo de celo enorme para sujetarte y no derrumbarte. Hay días en los que cuatro palabras duelen más de la cuenta. Cuatro palabras y la ausencia de otras mil, que no reclamas pero que crees necesarias y obvias.
Hay días y noches en los que las miradas matan más de la cuenta, y los silencios predeterminados, incomprendidos al mismo tiempo, no te dejan dormir muy bien. Hay fines de semana en los que te cambia de golpe todo. La concepción de la palabra felicidad, amor, amigo. Hay momentos que son un instante y segundos que son una eternidad. Hay vasos que contienen alcohol y tú les añades muchas connotaciones, y hay sorpresas escondidas en más de una sonrisa. Hay lugares nuevos y personas que te recuerdan que estás vivo, que las lágrimas que no se ven con la luz apagada tienen un sentido, y que el pecho sobre el que te recuestas podría ser tu almohada para toda una vida.

Con solo palabras.

Hace más de 12 años, cuando tenía 4 o 5 años y todavía iba a infantil, me acuerdo de que un día en clase, nuestra profesora nos preguntó si alguna vez alguien no había cumplido una promesa que nos hubiese hecho. Cuando fue mi turno, contesté que mis padres no me regalaron la casita de muñecas de playmobil que me prometieron que me comprarían si dejaba de chuparme el dedo. Toda ilusionada, a las pocas semanas conseguí mi propósito pero, sin embargo, mi casita de muñecas nunca llegó. Ahora, si me volvieran a hacer la misma pregunta, podría dar más de un ejemplo y en todos ellos lo que más se repetiría sería la palabra "siempre".

Prefiero pecar de monja que de puta.

Ahora me encuentro en ese punto al que llegan todas las mujeres una vez en su vida, ese punto en el que todos los hombres te causan la misma indiferencia. Te da igual el que esta aquí, que el de más allá y solo tienes dos opciones: o te pillas a todos o no te pillas a ninguno. ¿Y sabes qué? Lee el título.

martes, 31 de mayo de 2011

El secreto de la vida está en vivirla.

He cometido muchos errores. He llorado por quien no debía y he reído con falsas amistades. He tropezado dos veces con la misma piedra y cuando pensaba que ya no lo haría más me empujaron y caí estampada con la tercera. He perdonado mucho, demasiado. He callado te quieros que, por miedo se quedaron en el aire; y he regalado te quieros simplemente por cumplir. He gritado con fuerza pero mi voz nunca salía. He callado verdades por no hacer daño. He salido sin ganas de fiesta y he vuelto con los tacones rotos de tanto bailar. Hay días que dormía sólo para poder verte en mis sueños y días en los que no podía dormir pensando que a la mañana siguiente te tendría a mi lado. He pasado por fases. He sido una niñata inmadura e insensible y he madurado a base de palos. He creído en lo imposible hasta que se destrozaron mis metas. He abrazado a la persona que pensé que nunca me haría daño y me dado cuenta de que esa persona no se merecía ni el roce de mi piel. He disfrutado de pequeños detalles.. y he aprendido poco a poco en que consiste la vida. El secreto de la vida está en no arrepentirse de nada y afrontar todo con una sonrisa. El secreto de la vida está en vivirla.

miércoles, 25 de mayo de 2011

Princesa camuflada.

Camuflada entre la multitud que ocupa el corazón de la gente importante, de la que demuestra, de la que debería demostrar, de la que demuestra sin sentir...
Una princesa que vive, que disfruta, que padece y que intenta no quejarse, aguantar el dolor sin que se note, mirar de reojo y sobrevivir sin matar a nadie. La que echa de menos muchas cosas, muchos momentos, muchos gestos, besos, abrazos, sonrisas, versos, caricias, mimos de mucha gente, recuerdos de muchas historias mías y tuyas, mías y vuestras.
Sigo luchando, sigo peleando para evitar ese instinto asesino que me impulsa a hacerme un abrigo con la piel de más de una zorra... Por suerte para mis víctimas no tengo tiempo de odiarlas :)
Tengo miedo al dolor, no lo puedo evitar, pero tengo más miedo de que las cosas no salgan bien y que todo duela mucho más.

Gente.

Hay gente que siempre esta contigo, personas que simplemente pasan por tu vida y muchas veces te enseñan algo, y otras que pensabas que estarian ahi eternamente, pero luego te decepcionan sin ningun cargo de conciencia.

Quién.

¿Quién no ha llorado viendo una película, una simple escena?
¿Quién, mientras lloraba, no ha recordado un momento, a una persona?
¿Quién, después de recordarla, no ha recordado también errores y aciertos que cometió con ella?
¿Quién no se ha sentido nunca solo, sin cariño, si fuerzas, con ganas de abrazos?
¿Quién no ha necesitado en algún momento algo diferente a un amigo?
¿Quién nunca se ha planteado lo que le falta para ser feliz?
¿Quién no está pensando en algo concreto ahora mismo?
¿Quién no se ha preguntado nunca si alguien se siente igual que él?

¿Qué haces tú en mi mente en una noche como esta?

Lo sabes de sobra.

No diré que me sobras, para que no creas que sigues siendo parte de mi mente. No diré que te he olvidado, porque el olvido es una parte del recuerdo. No diré que no eres nada para mí, porque si así fuese, aún tendría algo que ofrecerte. No diré que eres lo peor que me ha pasado, porque sé que no has dejado una huella tan profunda en mi camino. No diré que me arrastraste a ser peor persona, porque a tu lado siempre hay un hueco más oscuro en el que caer. No diré que te odio, porque lo sabes de sobra.

Mitades.

Porque yo sé que te pararías a mirar al cielo y pensarías que todo lo que pasa va en tu contra, pero no es así... Tu destino es tuyo, eliges cada paso que das, cada beso, cada sonrisa, a quién das cada segundo de tu existencia... Pero sin embargo nunca eliges a quién le va a pertenecer la otra mitad de tu corazón y a quién no podrás sacar de tus sueños en toda tu vida...

Por eso.

Por los buenos momentos, por los malos, por las risas, las esperas, las broncas, los retrasos, las canciones que terminamos, las que empezamos, las que dejamos a medias, las que se quedaron en el camino o solamente en mente, por hacerme sonreír, por hacerme disfrutar, por ponerme la piel de gallina, por ser un todo, por esos "vamos a fliparnos en esta", por esos "este no es el último", por los "esto no suena bien, otra vez!", por ser, por estar, por no dejarme perder el tiempo, por ser mis primeros y mis últimos, por enseñarme a ser, por hacerme enfadar, por hacerme gritar, por hacerme llorar, por hacerme feliz todo el tiempo que hemos estado juntos, por ser como sois, porque siempre estaremos ahí, porque sé que siempre estareis conmigo, porque un rinconcito de mi vida ya es y será vuestro para siempre, porque mientras escribo esto me emociono como llevo evitando todo el día, por eso y mucho más...

jueves, 12 de mayo de 2011

Motivos.

Que no. Que digan lo que digan sé que tú no eres así. Que sé que lo que dices es porque en el momento lo sientes de esa forma, y no porque te convenga encandilarme para tenerme ahí cuando te venga en gana. Sé tu punto de vista, el que tú mismo me has dado, y lo respeto, me parece adecuado por ahora. Me dijiste que confiara en los hechos, en tu palabra, en lo que vivimos y hemos vivido; yo lo estoy haciendo, sigo tus instrucciones y mareo mis palabras con miedos, solo espero que me des motivos para seguir haciendolo o que no me des ninguno para dejar de hacerlo. No quiero tener que pensar mañana que, contigo, también me estaba equivocando.

lunes, 9 de mayo de 2011

Seguir soñando.

 Prefiero no escuchar palabras ajenas, dejarme guiar por mi y por los acontecimientos, confiar, pasar el letargo. Prefiero quedarme dormida, seguir soñando, pensar que todo seguirá igual. Seguir soñando hasta que seas tú quien me despierte.

domingo, 8 de mayo de 2011

Solo queda esperar.

Te voy  a echar mucho de menos, muchísimo más de lo que crees.
Te voy a esperar todos y cada uno de los minutos que pasen hasta que pueda volver a verte.
Te voy a decir cada una de las verdades que pueda decirte sin arriesgarme a perder el control de las cosas.
Voy a esperar que tú me esperes, que seas paciente, que seas tú.
Voy a afrontar la sinceridad que pueda salir de tu boca.
No sé si estará bien o mal, si valdrá de algo o de nada, pero confío en poder decir a tu vuelta que nada de lo que había ha cambiado a peor.

miércoles, 4 de mayo de 2011

Cristales empañados.

Definitivamente me gusta más creer en los reencuentros que en las despedidas, no tratar de evitar pensar en el futuro, pero tampoco depender de él. Prefiero sentirme viva, alegre, feliz de volver a verte, apasionada, deseosa por comerte a besos, por contarte mil cosas que se me han quedado en el tintero y que realmente no son nada importantes, sentir que puedo dominarte desde cualquier ángulo y vibrar al rozarte con las yemas de los dedos; ver que no sé lo que quiero, pero que en el fondo me da igual.
Que si, que sabes que tiemblo, que los latidos van más rápido que las ideas, que podría escaparme pero no quiero, que podrías frenarte pero no te da la gana... ¿Y qué más da? Que me miren como quieran, que con los cristales empañados por respiraciones agitadas, no se ve nada.

domingo, 1 de mayo de 2011

Fallos.

Siempre algo tiene que salir mal por algún lado, me fallan las palabras, los gestos, los significados, las maneras. Odio sentirme como una basura callada que lo llena todo de malos entendidos, que pierde todo lo que todavía ni ha ganado y que está embadurnada por un vertedero de miedos inútiles que solo empeoran las cosas. ¿Que a qué tengo miedo? es muy simple, tengo miedo de no estar a la altura, de no saber explicarme, de decir "me da igual dónde ir", cuando en realidad quiero decir  "me da igual dónde estar si es contigo".

Si, quiero pensar.

Pensandolo bien, si tengo miedo. Tengo miedo a hacer caso de todo lo que dicen y pensar que vas a salir corriendo cuando menos me lo espere porque tienes miedo de lo que se te pueda pasar por la cabeza.
Quiero pensar que si eso ocurre, al menos te cargarás de valor y me dirás cómo te sientes, si, quiero pensar.

Cinco minutos seguidos.

Me encanta coserte la boca a base de besos, mirarte a los ojos y pensar que en lo que veo no hay mentiras, me encanta rozarte, saber que no te quieres marchar, ver que tú también sonríes.
No sé explicar el lío de ideas que tengo en la cabeza, no sé si tengo miedo a que me guste estar contigo más de lo que ya me gusta, ni siquiera sé si tengo miedo al simple hecho de tener miedo.
Lo que si sé es lo grata que me resulta tu compañía, y que no es habitual que alguien consiga hacerme sonreír más de cinco minutos seguidos; el resto, supongo que no importa.

lunes, 25 de abril de 2011

Extraño conocido

No buscaba príncipes, ni ranas, ni tampoco un amigo al que contarle sus historias día tras día, sólo buscaba ser feliz. Encontraba ese rayo de felicidad en conversaciones simples y sin sentido, como las que mantenía con aquel extraño conocido desde hacía algún tiempo.
En uno de sus interminables paseos, del cuello de ella resbaló aquel colgante de cristal que siempre llevaba puesto, y  acto seguido ambos empezaron a buscarlo con ansia.
Ante el fracaso de la misma, decidieron hacer un trato medio en broma medio en serio:
- Dime que nunca te vas a separar de mi.
- ¿Qué tiene eso que ver con el colgante?
- Nada, pero se me ha ocurrido algo. El día que lo encontremos, tú podrás marcharte de mi lado y no volver jamás, y yo olvidaré que has existido y todo lo que he llegado a sentir estando contigo.
- Está bien, en ese caso lo buscaré todo el tiempo!
Ambos rieron durante un largo rato.
Después, cuando él se marchó, ella se encaminó hacia la playa, al lugar que siempre iba cuando necesitaba pensar en si misma. Un pequeño balcón apartado del mundo y pegado al mar, donde las olas salpicaban sus mejillas cuando la marea enfurecía.
Una vez allí metió la mano en el bolsillo, sacando de él el colgante, y lo lanzó al agua con todas sus fuerzas. Acto seguido, se dijo a si misma: Así, tú buscarás algo, a mi ya no me hará falta, yo ya he encontrado la felicidad.

martes, 19 de abril de 2011

Que las verdades, con verdades se pagan.

Ya no me quedan vidas enteras, ni medias, ni partidas por ningún sitio. Ya no hay motivos para librar mis propias guerras, ni cartas en asuntos pendientes.
No existen logros que me hagan ver que la sinceridad existe, que las verdades, con verdades se pagan, que hay algo más allá de las ilusiones.
Lo repetí una y otra vez, yo no creo en la posesión de las personas, no creo en el valor de las cosas materiales, no creo en la vida como tal, ni en que las desgracias vengan siempre acompañadas. No creo en el equilibrio entre lo bueno y lo malo, ni en la buena suerte.
A lo único a lo que me aferraba era a que si pedía verdades, por dolorosas que pudieran ser, me las iban a dar. Ahora sé que en eso, para variar, también me equivocaba.

lunes, 18 de abril de 2011

En un banco de un parque cualquiera.

Quien sienta que se quede, quien no que siga andando, pero jamás se dé la vuelta para buscarme de nuevo, porque yo ya no estaré allí, me habré marchado digna, aunque triste y cabizbaja.
El tiempo me ha enseñado que hay cosas que no cambian, hechos que siempre suceden de la misma manera, ganas que siempre se quedan en eso, ganas.
Me duele empeñarme en confiar en quien no demuestra demasiado, me asquea pensar que cualquiera es más que yo y que no sirvo ni para agarrar de la mano a la persona adecuada.
Ojalá llegue el momento en el que tenga que retractarme de mis opiniones y tragarme cada una de mis palabras. Ojalá el día de mañana pueda sentarme en un banco de un parque cualquiera y con la mirada perdida, decir: "soy completamente feliz".

viernes, 8 de abril de 2011

¿Esto o lo otro?


★ Labios u ojos?: Ambos.
★ Besos o abrazos?: El conjunto crea la explosión.
★ Alto o bajo?: Alto.
★ Amor o Sexo: Amor sexualmente activo.
★ Romántico o espontáneo?: Espontáneamente romántico.
★ Bonita tripa o brazos?: Bonitas intenciones.
★ Sensible o no?: Sensible y adictivo.
★ Rollo o relacion?: Respeto.
★ Dulce o Duro?: Dulce, duro e irresistible.
★ Problemático o discreto?: Que trate los problemas con discreción.

martes, 29 de marzo de 2011

Seguir andando.

Voy a empezar a pensar que todo me da lo mismo, porque realmente me da igual. ¿Qué me voy a llevar conmigo cuando todo termine? Exactamente lo mismo que tengo ahora, absolutamente nada.
Me llevaré conmigo un saco de ilusiones vacías, de recuerdos inútiles y de carencias pesadas que no me dejarán levantarme de nuevo. Siempre me ha gustado cargar un peso sobre mis espaldas, pero si no tengo ni siquiera eso, ¿acaso vale la pena seguir andando?.

lunes, 28 de marzo de 2011

Perdida en mi.

Sigo sola, esperando ese soplo de aire fresco que me falta cada día. Sigo sin saber qué pasa a mi alrededor y por qué me ocurre todo esto. Sigo planteándome día y noche qué estaré haciendo mal y cuánto daño estaré haciendo sin darme cuenta, cuántas heridas no estaré dejando cicatrizar y qué clase de arma utilizo para desgarrar las entrañas de la gente que me importa.
Estoy perdida en medio de una isla abandonada en el océano más grande que existe, y tengo miedo. Tengo miedo de no ser nunca suficiente, de no estar a la altura de las circunstancias y de vivir por encima de lo que se supone que debería vivir. No me veo capaz de ser solamente un mero número de una lista incalculable de seres muertos, aburridos, olvidados. No sé el nombre del pedacito de tierra en el que me encuentro, pero supongo que el tremendo océano soy yo, así que sólo puedo dar por hecho que sigo perdida en mi.

sábado, 26 de marzo de 2011

Todavía no te has ido.

Ya lo busqué, hice lo que sentí, ahora sólo me queda apalear esa parte de mi que quiere verte, abrazarte, sentirte, tocarte, no alejarse de ti en ningún momento. Me queda aceptar esas palabras que implican una distancia considerable, me queda aceptar que puede que mañana te hayas cansado de mi y quieras olvidarme. Aun así no quiero verla. No me apetece imaginar el día en que no te vea, no me hables, deje de ser una enana, pequeña, bonita... Prefiero no imaginarlo. Prefiero vivir en la ignorancia de esos hechos que no deseo que afecten a mi cerebro, prefiero construir verdades que recordar si alguna vez te marchas, dejarme llevar por el tiempo, por el momento, lograr que el agua que me moje la cara sea de lluvia y pensar en tu acalorada piel rozando mi empatía y dejándote ver, dejándome ver que todavía no te has ido.

miércoles, 23 de marzo de 2011

Espontáneo.

Llevo 18 años planificando cada uno de mis pasos, 18 años enfadándome conmigo misma cuando algo no me ha salido bien. Llevo demasiado tiempo encarcelada en mi propio redil, entre mis mianías, mis miedos, mi excesivo autocontrol, mi permanente corrección en cada nota de voz que ha salido de mi cabeza.
Quizás ahora sea mi turno. El momento en el que deje de controlarme y de querer adivinar qué pasará mañana o qué haré hoy. Es hora de dejar de buscar explicaciones a por qué el pasado fue de una determinada manera y buscar motivos para dejarme complacer por el futuro.
Me he dado cuenta de que mil veces aparecen cosas sin buscarlas, de que no decido qué hacer con ellas, sino que ellas me manejan a su antojo, y de que puede que aquellas personas a las que hoy puedo abrazar, mañana ya no estén o se marchen sin previo aviso. Hoy he decido aprovechar cada segundo de mi vida, reírme, llorar, abrazar, acariciar, dejarme llevar por mis instintos sin pensar en qué vendrá después, porque hoy he decidido que eso ya no es lo importante. No quiero tener suerte con las cosas que aparezcan en mi vida, quiero ganármelas a pulso.
Todo el mundo ha respirado el dulce aroma de lo espontáneo, pero ahora seré yo quien dé la bocanada más profunda.

jueves, 17 de marzo de 2011

La más dulce de las torturas.

Perdí todo en lo que creía hace poco tiempo, de manera progresiva, dolorosa, cansada. Perdí las ganas de sentirme viva, de estar rodeada de los míos, de ser ayudada y compadecida por los que más me querían. Ya no sé si me queda compasión, si necesito que me queden tus recuerdos para sentir daños irreparables que me hagan pensar que volverás algún día, y que no perderé más de lo que ya he perdido contigo.
No me hace falta darme cuenta de que ya no estás, te siento cada día un poquito más lejos, os siento a todos. Me voy marchando por mi camino de piedras, echando la vista atrás de vez en cuando, con la mirada perdida en un bar, llenando mis entrañas con el delírio más perfecto. ¿Qué me queda? Los vasos repletos no me responden a eso, el humo se esfuma sin contestarme, y yo me canso de preguntar.
Ya no queda consciencia, todo da vueltas, los sonidos no resultan abrumadores ni ensordecedores, las luces ya no me dañan los ojos. Todo lo que me salía mal ya no me importa, me siento acompañada por la más dulce de las torturas.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Días de lluvia.

El miedo no nos lleva a ningún sitio.
Voy a confiar en ti.
Voy a darlo todo.
Voy a ser lo que tú quieres que sea, sin dejar de ser yo.
Voy a darte todo lo que me pidas, pero no más de lo que soy capaz de dar.
Antes de exigir un mundo, regala el tuyo primero.
No pienso dejar de quererte.

viernes, 25 de febrero de 2011

¿?

Tengo claro que me arrepiento de cosas, que no soy perfecta y que cometo muchos errores. Yo a ti nunca te he considerado un error.
No quiero que esto acabe, no quiero más dolor otra vez, no sé qué hacer, estoy perdida, cada palabra me lastima, me vacía, me hace sentirme inútil y preguntarme ¿por qué? ¿por qué haces esto? ¿por qué no crees lo que te digo? ¿qué está fallando? ¿tan grave es todo lo que he hecho o todo lo que he dejado de hacer?
No sé si quiero saber lo que tú te preguntas, realmente tengo miedo de conocerlo.

sábado, 19 de febrero de 2011

Relájate.

Si, es verdad, en ocasiones nuestra boca dice cosas que no pensamos solo porque se ve cerrada ante los problemas. Pero siempre está la duda, ¿Y si no es del todo mentira? ¿Y si en el fondo es una salida medianamente coherente?.
No lo sé, no sé nada. Sé que siempre espero justificaciones de esos "no-pensamientos", y que unas veces llegan y otras no, y que yo las sigo esperando el tiempo que haga falta, pero quizás si no llegan, esa no sea la solución correcta. Quizás tenga que ir yo a buscarlas diciendo antes tres veces "relájate".

martes, 1 de febrero de 2011

A menos que me digas basta.

Te hace daño no comprender qué está pasando, te duele no ver la claridad detrás de las nubes y no saber por qué. Me duele a mi también. Me siento culpable por no saber reaccionar, no saber hacer, no saber ver, no saber hacerte todo lo feliz que podría.
Te quiero tanto y lo dejo ver tan poco. Eres todo y no te lo sé decir.
No encuentro el error, esto no me había pasado nunca, jamás me sentí en una situación igual.
Pero a pesar de todo pelearé con uñas y dientes para comprenderte y curarte las heridas, a menos que me digas basta.

lunes, 31 de enero de 2011

Quiéreme.

Déjame. Hazme morir dentro y fuera de tu alma, haz que mi sombra me envídie por no tener la opción de rozar tus manos, que mis pies me odien por estar tan lejos de tu boca, que mi vida peligre si no está cerca de la tuya. Deshaz cualquier tipo de plan que no se encuentre a tu lado, cualquier mínimo latido que diga menos de lo que mi voz transmite, cualquier dolor inútil que me produzcas.
Provócame. Hasta el último suspiro en la más profunda oscuridad estará justificado si siento tu piel junto a la mía, incluso el más dulce de los besos será amargo si no es tuyo, el más clandestino de los encuentros será pésimo si no es contigo, la más prolongada demostración de amor será breve si no viaja a tu compás por todos y cada uno de mis sentidos.
Víveme. Cubre cada milímetro de mi piel con tus manos, tu deseo, cualquier posible triste final que se te ocurra y olvídalo. Olvidate en el suelo junto al resto de despojos inútiles aquel desastre imposible que pase por tu cabeza, aquel dolor que no existe ni exisitirá jamás, aquellas excusas baratas que nunca compraremos.
Quiéreme. Como nunca has querido a nadie, como nunca has sentido, como jamás pensaste llorar, como no habrías imaginado en tu vida.
Y ahora bésame, abrázame, agarra mi mano para que no se suelte nunca, y aprendamos a fabricar sueños compartidos delante de un cristal.

domingo, 23 de enero de 2011

Rincones habitables.

Los tontos dicen tonterías.
Ella según muchos no era tonta, pero decía demasiadas cosas que le hacían pensar que si.
Quizás fuera demasiado pronto para escribir el final de su historia dejando millones de páginas en blanco desde el presente hasta entonces. Quizás eso de fruncir el ceño cada vez que algo le salía mal no estaba de moda y lo que se llevaba era sonreír ante las adversidades, pero ella no era así. Muy en el fondo de su ser, donde nada ni nadie llegaba jamás, siempre había sido antitodo y antitodos, la moda importaba un comino, las impresiones dejaron de situarse en una parte importante de su yo hacía ya tiempo. Impulsiva, reveladora, incomprendida, difícil de manejar, imposible, llorona, antipática, indecente, incauta, herida.
Pero a nadie le importó, ni siquiera a ella misma. Se siguió adentrando en lo más hondo del pensamiento, hasta límites insospechados, explorando al máximo cada rincón de su incompetente y desordenada cabeza, sintiendo que nunca había hecho bastante ni por ella misma ni por los demás y terminó realmente sorprendida.
En el más escondido recobeco de su triste sinceridad descubrió que la soledad era más que una amiga, más que una aliada contra el dolor, un espejismo bipolar que podía llevarla a lo más alto o enterrarla en el nucleo de su problema más grande.
Así pues, asustada, espectante, sacó lentamente la cabeza de aquella burbuja que empezaba a ahogarla, y echando la vista al frente, con cautela, serenidad y el miedo que la caracterizaba, descubrió que había algo más.
Allí fuera encontró seres parecidos a ella, dispuestos a agarrar su mano cuando sus piernas no fueran lo bastante fuertes como para mantenerla firme, a quererla aparentemente con sus millones de fallos, con su caracter y sus manías, a curarle el dolor que inconscientemente había ido creciendo con los años a la vez que todo su cuerpo, dispuestos a ser su arma más letal y a dejar que ella fuera su mejor escudo.
De este modo un día, delante de un ordenador y al lado de un teléfono que esperaba a que alguien lo hiciera sonar, decidió ser más fuerte de lo habitual. Dejar fluir aquello que brotara directamente de su alma recién explorada y ahora vacía y rellena de nuevo con lo más importante, hacer felices a los seres extraños que la rodeaban y sobre todo a sí misma. Cuidar aquello que más adoraba y necesitaba, lo que siempre había estado ahí y lo que había estado a punto de desaparecer.
Entonces, de paso, paró a observar en un rincón de su cabecita un señorito sentado, pequeño, desgreñado al que pensó que mantenía demasiado callado en varias ocasiones. Le preguntó ¿quién eres?, a lo que él respondió: puedo ser lo más grande de tu existencia y también lo más pequeño, todo depende de lo que tú desees. Ella, confundida, se paró a deliberar un instante para dar la respuesta más adecuada. Tras unos momentos decidió no responder y ganarle la batalla al destino. Ese hombrecillo era lo que ella muchas veces había preferido no ver, ignorar y puede que incluso maltratar. Ese rincón representaba el amor de su vida, lo que en el fondo quizás nunca se atrevió a amueblar por miedo a un posible derrumbamiento.
¿No piensas decir nada? le preguntó el atrevido enano, a lo que ella contestó : Si, tú eres el miedo, tú llevas aquí esperando demasiado tiempo que te obedezca y yo, tonta de mi, lo he hecho, pero ¿sabes qué? ahora sobras, porque este rincon está lleno desde hace mucho tiempo.

domingo, 16 de enero de 2011

¿Y si no?

¿Por qué nos enfadamos?
Es una pregunta difícil de respuesta fácil. No nos enfadamos porque las cosas no salgan como queremos, por eso nos sentimos decepcionados. No nos enfadamos por no estar de acuerdo con algo, por eso simplemente nos frustramos. Nos enfadamos por la mera razón de que las cosas y las personas nos importan, por mostrar interés por algo sin decir directamente que ese algo nos interesa o que tenemos miedo de perderlo.
Últimamente me preguntan demasiado el por qué de mi mal humor, de mis malas respuestas. Yo me limito a no contestar, no vale la pena, no me van a entender.
Puede que me haya vuelto una estúpida preocupada y no una cascarrabias como muchos piensan, que me centre mucho en los demás y muy poco en mi, que cuando cometo errores no me dé cuenta de la repercusión que tendrán en mi y si en los demás.
Pero realmente y como se suele decir, si me enfado porque me enfado y si no porque parece que me da igual.
¿Ves? la respuesta te la das con tu propia reflexión no premeditada.

miércoles, 12 de enero de 2011

Todo un círculo.

Quizás todo sea una palabra demasiado grande. Puede ser que abarque demasiado o que no abarque casi nada, depende de lo que tengas, de lo que sientas, de lo que percibas.
Muchas veces todo puede ser la familia, otras muchas los amigos o puede que una afición.
Para mi todo, es aquello capaz de llenarte plenamente, de hacerte sentir feliz y olvidarte de lo que está fuera de ese círculo, aquello que tú mismo has situado allí.
En ese caso, hay muchos todo diferentes. En el mío, sé dónde poner cada uno, sé cómo de grande es esa forma redondeada que me protege y que los protege.
Un círculo, en geometría, es el lugar geométrico de los puntos del plano cuya distancia a otro punto fijo, llamado centro, es menor o igual que la longitud del radio. Es el conjunto de los puntos de un plano que se encuentran contenidos en una circunferencia.
En el centro de mi círculo estoy yo, y a mi alrededor están los justos, ni más ni menos. Las personas necesarias para sentirme plenamente feliz.

martes, 11 de enero de 2011

Todo está perfecto.

Cómo me encanta este dolor, cómo me gusta darme cuenta poco a poco de que quien ahora no tiene nada claro eres tú. No hay cosa que más me agrade que sentir que desconfían de mi, que todo es palabrería y que aún así sigo esperando equivocarme.
Soy idiota, puede ser, es más, cada día estoy más convencida.
Me afectaba tu tema, mi confusión, mi culpabilidad, mis sentimientos, los tuyos. Ahora me afecta que me ocultes las cosas, que me digas que todo está bien y al momento me digas que no me crees.
Me estás matando o me estoy muriendo, no lo sé.
Sólo me queda acostumbrarme a esta maravillosa agonía.

domingo, 9 de enero de 2011

Si tengo miedo.

Dicen que la vida es caprichosa, que puedes llegar al final antes de salir a caminar, que nosotros complicamos nuestra propia existencia.
Hasta ayer dudaba de todo eso. Hoy empiezo a plantearme que quizás sea verdad.
Puede que sea la vida la que nos guíe y elija qué trayecto es mejor para nosotros, de cuál vamos a aprender más, dónde encontraremos más y mejores acompañantes para no caernos y de esa manera terminar felices. Quizás no haga falta andar kilómetros para llegar a una conclusión, puede que esté más cerca de lo que imaginamos y que símplemente no la hayamos visto. Tal vez por esas visiones que nos creamos alrededor y por todo aquello que no queremos ver el mundo se nos hace cada vez más difícil, la vida más oscura, las decisiones más turbias.
A partir de hoy espero aprender a sonreír de manera espontánea no sólo por aquello bueno que les pasa a los demás, sino también por todo lo que me pase a mi. Espero no estar ciega nunca más, tener estrellas que me guíen al paso, que me den la mano si tengo miedo, que me abracen si siento dolor. Respetar y mantener mis propias decisiones y no lanzar piedras al aire, no causar más dolor del necesario, e incluso dejar de pensar que existe algún dolor necesario.
Y si al final tengo que abrazarme, llevarme y consolarme a mi misma, deseo hacerlo feliz, como si tuviera la confianza de que debería ser lo más importante para mi: Yo misma.

miércoles, 5 de enero de 2011

Mi cuento no era así.

No, no, no. Las princesas no se aguantan las lágrimas, no sufren, siempre sonríen, siempre esperan, no se equivocan, son víctimas de una bruja y no verdugos del príncipe.
No, los príncipes no se arrepienten, no esquivan besos, no se juran a sí mismos no volver a caer, no piensan las cosas, no lloran, hablan, sonríen, hacen sonreír a su dama.
Yo no escribía las historias así cuando era una niña, mis historias eran bonitas, nadie lloraba, nadie soportaba las ganas de hacer algo y no hacerlo, no había culpables, ni brujas, ni enanos, ni cuervos.
Los niños escriben aquello que esperan encontrar en su futuro, lo que esperan de sí mismos y de los demás. Yo narraba para mi mis aventuras, creaba mis príncipes, mis ranas, hasta mis brujas.
Hoy me he dado cuenta de que en esas historias cabe mucha imaginación, que en su mayoría en lugar de ser ilusiones son deslusiones.
Y es que no, mi cuento no era así.

sábado, 1 de enero de 2011

Muros y piedras.

Me da igual, no me importa, me es indiferente, me da lo mismo ser una desgraciada que está sola, que no tiene cariño, borde, tirada, arrastrada, frágil y mil veces tonta. Insensata, incoherente, incompleta, amargada, apartada del mundo, soltera, solitaria, dolida, inútil, insensible, cabezota, incomprendida, incomprensible, malgastada, abofeteada, golpeada por las situaciones, encarnizada, enfadada, cabreada, herida, práctica, desechable. Después de todo esto queda demostrado que también sincera.
Pero ni la sinceridad, ni la templanza, ni siquiera la paciencia son un hilo lo suficientemente fuerte como para coser y curar una brecha tan grande. Pero sin embargo las piedras que vamos lanzando a un muro que parece fuerte, poco a poco y con algo de constancia son capaces de abrir un agujero que llegue hasta el otro lado de él. Nadie es un muro, nadie tira piedras contra él. Yo soy una persona y contra mi lanzan hechos.

Propósitos.

Créame un nuevo propósito, no ir detrás de ti, ni de nadie, ni de mi misma. No marcarme prioridades absurdas y sin sentido que solo me llevan a morir en el intento de sostenerlas. No te marcaré a ti como meta, no me marcaré como final de mi historia estar contigo, no buscaré el dolor si él no me encuentra a mi primero. No lloraré si no es por mi, no viviré si no es para estar con los demás y disfrutar de ellos, no sentiré si lo que siento no es de verdad, no diré nada que no piense y no pensaré nada que no sea capaz de decir, no seré más dura de lo necesario, pero tampoco seré tan débil como para dejarme destruir.
Si me duele hasta el alma me callaré, pero si les duele a ellas... El que cause el dolor está muerto.