
Igual es eso lo que te hace falta, una buena conversación, echarle un par de narices y saber pensar con la boca sin guardar lo que te ronda y se queda en la garganta. Ya no sé sinceramente si me importa perder esta partida, quizás sea verdad eso que siempre dicen: uno solo teme perder lo que quiere y solo pierde lo que teme querer. Pero sería una buena forma de combatir tu indecisión; la tuya por la mía, intercambiando los roles que nos han tocado porque, ¿no sabes que cuando un indeciso elige un camino es para siempre?.
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