lunes, 28 de noviembre de 2011

¿Por qué te escondes?

Te veo, te siento, sé que estás ahí. Te oigo cada día a pesar de que intentas no llamar nunca la atención. Te busco con la mirada aun sabiendo que pocas veces te voy a encontrar. Sabes que existo. ¿Por qué te escondes?.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Make me feel better.

El sabor de tus besos. Una buena conversación. Fluir. Abandonarme en mi galaxia paralela. Perderme entre el gentío de una gran ciudad. Sentir el frío de la montaña. Respirar hondo. La calidez de la amistad verdadera. Fallar, equivocarme  y saber rectificar. Tocarte. Conseguir disfrutar el presente de forma prolongada. Saber perdonar. Un baño en alta mar. Sentirme minúsculo en la inmensidad. Hacerme gigante en tus caricias. Dormir en el desierto. Contemplar la hoguera de tu cuerpo. Los espárragos silvestres. Canalizar el miedo. Reír hasta llorar. La luz y la oscuridad. Viajar sin día de retorno. Volver a casa y ... ¿qué dices, nos apareamos de nuevo?

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Báilame el agua.

Báilame el agua.
Úntame de amor y otras fragancias de su jardín secreto.
Riégame de especias que dejen mi vida impregnada de tu olor.
Sácame de quicio.
Llévame a pasear atado con una correa que apriete demasiado.
Hazme sufrir.
Aviva las ascuas.
Ponme a secar como un trapo mojado.
No desates las cuerdas hasta que sea tarde.
Sírveme un vaso de agua ardiente y bendita que me queme por dentro, que no sea tuya ni mía, que sea de todos.
Líbrame de mi estigma.
Llámame tonto.
Sacrifica tu aureola.
Perdóname.
Olvida todo lo que haya podido decir hasta ahora.
No me arrastres.
No me asustes.
Vete lejos.
Pero no sueltes mi mano.
Empecemos de nuevo.
Sangra mi labio con sanguijuelas de colores.
Fuma un cigarro para mí.
Traga el humo.
Arréglalo y que no vuelva a estropearse.
Échalo fuera.
Crúzate conmigo en una autopista a cien por hora.
Sueña retorcido.
Sueña feliz, que yo me encargaré de tus enemigos.
Dame la llave de tus oídos.
Toca mis ojos abiertos.
Nota la textura del calor.
Hasta reventar.
Sé yo mismo y no te arrepentirás.
¿Por cuánto te vendes? Regálame a tus ídolos.
Yo te enviaré a los míos.
Píllate los dedos.
Los lameré hasta que no sepan a miel.
Hasta que no dejen de ser miel.
Sal, niega todo y después vuelve.
Te invito a un café.
Caliente claro.
Y sin azucar. Sin aliento.

A tu lado.

Por mucho que lo niegue, te echo tanto de menos... Han pasado tantos días, tantos meses y aún te sigo recordando como si te tuviera delante, como si tu aliento siguiera bajando por mi nuca, como si tus manos todavía estuvieran retorciéndome el pelo, como si nada de lo que finalmente pasó hubiera pasado.
Pienso cada día qué no hice para tenerte a mi lado, qué me faltó darte o qué no supe ver en tus ojos día tras día, segundo tras segundo... Y date cuenta de las veces que me quedé embobada mirándolos como si no hubiera mañana, de las veces que contuve la respiración al sentir que te acercabas y del miedo que pasé pensando que quizás era el último momento que compartíamos.
Parezco idiota siguiendo enfrascada en la botella de momentos que decidimos descorchar, "ya pasó" me dicen, pero ni así soy capaz de olvidarte, ni pensando en el dolor que sentí cuando el vidrio empezó a agrietarse. Ya son horas de dejarlo estar, ya lo sé, pero hay algo que no me deja.
En su momento te dije que había que ser egoísta, te di a entender todo lo contrario a lo que pensaba porque solo quería ser tan fuerte como tú. Me equivoqué. Otra vez.
Te quise tanto y te olvidé tan poco, jamás te pude comparar con nadie, y sin embargo ahora no dejo de comparar a los demás contigo sin poder hacerlo, porque hasta hoy nadie es comparable contigo, lo pensé, lo pienso ahora, pero espero no pensarlo siempre, porque realmente tampoco quiero estar condenada a esperarte toda una vida sabiendo que no vas a volver jamás, sabiendo que ni me has querido, ni me quieres, ni me querrás, y que probablemente tampoco me recuerdes, que fue bonito mientras duró pero se quedó por el camino y que las palabras, gestos, caricias y mimos que me regalaste, deben quedar guardadas en el fondo del cajón de los calcetines, donde tarde mucho tiempo en volver a buscar y a encontrar y donde pueda olvidar tranquilamente, sin recuerdos que me persigan hasta en sueños.
Un clavo saca a otro clavo, yo no quiero sacarte de mi mente a fuerza de golpes, pero si rezo para que llegue algo que me haga darme cuenta de que dentro de tu infame perfección, había algo que fallaba, y ese algo es que en el fondo nunca me tomaste en serio. Solo queda esperar que, algún día, alguien te agradezca que no me quisieras a tu lado.

martes, 1 de noviembre de 2011

Aprenderás.

Después de algún tiempo aprenderás la diferencia entre dar la mano y socorrer un alma, y aprenderás que amar no significa apoyarse, y que compañía no siempre significa seguridad.
Comenzarás a aprender que los besos no son contratos, ni regalos, promesas… comenzarás a aceptar tus derrotas con la cabeza erguida y la mirada al frente, con la gracia de un niño y no con la tristeza de un adulto y apren
derás a construir hoy todos tus caminos, porque el terreno de mañana es incierto para los proyectos y el futuro tiene la costumbre de caer en el vacío.
Después de un tiempo aprenderás que el sol quema si te expones demasiado… aceptarás incluso que las personas buenas podrían herirte alguna vez y necesitarás perdonarlas… aprenderás que hablar puede aliviar los dolores del alma… descubrirás que lleva años construir confianza y apenas unos segundos destruirla y que tu también podrás hacer cosas de las que te arrepentirás el resto de tu vida.
Aprenderás que las nuevas amistades continúan creciendo a pesar de la distancias, y que no importa que es lo que tienes, sino a quien tienes en la vida, y que los buenos amigos son la familia que nos permitimos elegir.
Aprenderás que no tenemos que cambiar de amigos, si estamos dispuestos a aceptar que los amigos cambian. Te darás cuenta que puedes pasar buenos momentos con tu mejor amigo haciendo cualquier cosa o simplemente nada, solo por el placer de disfrutar de su compañía.
Descubrirás que muchas veces tomas a la ligera a las personas que más te importan y por eso siempre debemos decir a esas personas que las amamos, porque nunca estaremos seguros de cuando será la ultima vez que las veamos.
Aprenderás que las circunstancias y el ambiente que nos rodea tiene la influencia sobre nosotros, pero nosotros somos los únicos responsables de lo que hacemos.
Comenzarás a aprender que no nos debemos comparar con los demás, salvo cuando queremos imitarlos para mejorar.
Descubrirás que se lleva mucho tiempo para llegar a ser la persona que quieres ser, y que el tiempo es corto. Aprenderás que no importa a donde llegaste, sino a donde te diriges y si no lo sabes cualquier lugar sirve…
Aprenderás que si no controlas tus actos ellos te controlarán y que ser flexible no significa ser débil o no tener personalidad, porque no importa cuan delicada y frágil sea una situación: siempre existen dos lados.
Aprenderás que héroes son las personas que hicieron lo que era necesario, enfrentando las consecuencias…
Aprenderás que la paciencia requiere mucha practica. Descubrirás que algunas veces, la persona que esperas que te patee cuando te caes, tal vez sea una de las pocas que te ayuden a levantarte.
Madurar tiene mas que ver con lo que has aprendido de las experiencias, que con los años vividos.
Aprenderás que hay mucho mas de tus padres en ti de lo que supones.
Aprenderás que cuando sientes rabia, tienes derecho a tenerla, pero eso no te da derecho a ser cruel. Descubrirás que solo porque alguien no te ama de la forma que quieres, no significa que no te ame con todo lo que puede, porque hay personas que nos aman, pero que no saben como demostrarlo…
No siempre es suficiente ser perdonado por alguien, algunas veces tendrás que aprender a perdonarte a ti mismo.
Aprenderás que con la misma severidad con la que juzgas, también serás juzgado y en algún momento condenado. Aprenderás que no importa en cuantos pedazos tu corazón se partió, el mundo no se detiene para que lo arregles.
Aprenderás que el tiempo no es algo que pueda volver hacia atrás, por lo tanto, debes cultivar tu propio jardín y decorar tu alma, en vez de esperar que alguien te traiga flores.
Entonces y solo entonces sabrás realmente lo que puedes soportar; que eres fuerte y que podrás ir mucho más lejos de lo que pensabas cuando creías que no se podía mas.
Es que realmente la vida vale cuando tienes el valor de enfrentarla.