miércoles, 29 de diciembre de 2010

No creo.

-¿Qué me dices si te digo que no creo en el amor?
-Te digo que eres tonta, porque el amor existe.
-¿Por qué estás tan seguro? ¿Lo has visto alguna vez?
-Claro que si. Lo leo en tus ojos cuando le miras a la cara, lo noto en tus brazos cuando estás cerca de él, lo veo en tu sonrisa cuando te dice que se alegra de verte, lo siento en tu forma de andar cuando caminas al verle. Cuando él te mira, veo como tratas de ocultarlo para que no se de cuenta de que le quieres, noto como intentas no moverte para evitar abrazarle, leo en tu sonrisa la mentira y siento como aprientas los labios para que no se te escape un "te quiero". Sin embargo, te ocultas detrás del "no creo" porque piensas que es valiente resistirse a la verdad. Pero ¿sabes? eso es cobarde, es cobarde esconderse detrás de dos palabras.
Lo valiente es decir "te quiero" y tener valor para escuchar "yo no".

Mi confianza al tiempo.

Yo no quiero bailarte el agua, no quiero engañarme y mucho menos engañarte a ti. No puedo o no quiero ser sincera conmigo misma, no quiero no estar a tu lado pero tampoco quiero acercarme más de lo que me acerco ahora. Quizás juegue y no me esté dando cuenta, pero para mi jugar es hacer aquello que no sientes con el fin de hacer daño a quien tienes al lado y, no, mi fin no es ese. Mi fin es hacer lo que me salga del alma en todo momento sin pensar qué vendrá después y, a veces, sin pensar quién sufrirá más las consecuencias de mis actos, si tú o yo. Mi meta no es hacerte daño, es saber lo que quiero, por qué, cuándo y cómo. Puede que con mi edad ya tenga que tenerlo claro, pero no es así. Quiero que ya que yo no sé poner las cosas en su lugar, el tiempo lo haga por mi. Por eso decidí darle toda mi confianza al tiempo, porque en mi no puedo confiar, porque soy muy niña todavía como para entregar toda mi vida a una ilusión que debería ser muy grande, pero por desgracia, no lo es.

sábado, 25 de diciembre de 2010

Conmigo juegas tú.

Me quieres mucho, ya lo sé.
Pero hay un problema, a tus amigos los quieres mucho más que a mi. Te crees antes lo que ellos puedan decirte que cualquier cosa que te diga yo. Te dejas manipular antes de pensar qué es lo que sientes tú realmente.
Me quieres mucho, ya lo veo.
Eres capaz de olvidarme porque tu "mejor amigo" te lo dice y no porque quieras hacerlo, eres capaz de odiarme y de mentirme porque él te dice que es lo mejor y te da lo mismo si me haces daño, si lloro, si no puedo soportarlo, parece que te hace más feliz.
Me quieres mucho, ya lo siento.
Pero no te enteras de que tu "amigo del alma" me escribe mensajes diciéndome que soy veneno para ti, que deje de molestarte y de joderte, que me arregle las ideas y que no te quiero, que esta conversación no puede llegar a tus manos.
Pero, ¿Sabes qué? tú puedes aguantarles todo lo que quieras, pueden decirte de todo de mi, lo mala que soy, lo dispuesta que estoy a dolerte como nada te ha dolido, que soy mala, venenosa, horrible, lo peor, una arpía... Pero me da igual. Contigo pueden, conmigo no.
Conmigo juegas tú, pero a ellos no se lo pienso consentir.
Eres una pelota rodeada de niños y no te enteras, juegan contigo y te manejan a su antojo pero te es indiferente, te dejas marear, y por ello te da igual perder lo que se supone que más quieres.
Yo también tengo amigos, pero a diferencia de los tuyos, los míos me abren la mente y me apoyan haga lo que haga les parezca bien o no, no se meten en mi vida ni en la tuya y no cuestionan lo que soy.
Quizás por eso todos me digan que esto no merece la pena, pero que a pesar de todo, si quiero luchar, que luche.

jueves, 23 de diciembre de 2010

Todo tiene un fin.

Queridos reyes magos:
Sé que este año quizás no me haya portado todo lo bien que debería, que puede que no haya pensado siempre en cómo se sentían los que estaban conmigo.
Pero aún así confío en que os hagáis una idea de lo que quiero.
Quiero cariño, quiero a mis amigos, mi vida, mi gente, mis sitios de siempre, mis estrellas, mi espacio, mi calma, mis horas muertas, mis sueños felices, mis canciones, mis defectos, mis circunstancias, mis errores, mis sonrisas fáciles que tanto añoro, mis lágrimas directas y frías, mis vacíos, mis burbujas... Este año lo quiero todo, lo bueno, lo malo y lo peor. Quiero a prender a ser y a sentir como es debido.
Quiero aprender a no pensar y actuar logrando no dolerle a nadie.
Quiero abrazos, besos sinceros, directos, espontáneos, dulcemente salvajes, desesperados, cargados del deseo de no terminar.
Quiero caricias al alma, caricias en el pelo y en la espalda, quiero alguien que me mire dormir, alguien a quien arropar cada noche, que me mire a los ojos y me diga lo que siente sin abrir la boca, que sonría al mirarme y tenga en mi el mismo efecto, que me regale momentos gratuitos llenos de verdades...
Puede que pida demasiado, que no haga méritos para merecerlo todo, pero todo tiene un fin y yo quiero ver qué fin tiene todo esto.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Heridas que dejan cicatriz.

Dices que tú eres de los que tropiezan varias veces con la misma piedra, yo hace tiempo que aprendí a no hacerlo, a equivocarme una sola vez y no arriesgar más de la cuenta. A no jugarme el corazón y la razón y perderlo todo de un solo golpe. Aprendí que los golpes de suerte son golpes porque a la larga te van a acabar haciendo daño. Y si, puede ser que no esté hecha para esto, que, a pesar de llegar donde no llega nadie, mi única finalidad sea dolerle a todo aquel que se me acerque, sea hacer llorar, gritar, patalear.
Pero ¿Sabéis qué? no soy para tanto, no valgo ni la cuarta parte de lo que piensan las personas que hasta el día de hoy han compartido algo más que la cama conmigo. Habré llegado todo lo lejos que queráis, pero se acabó. La sensible ya no existe, ahora está cubierta de una capa de piel mucho más dura que la anterior, ya no piensa en lo que sienten los demás, solo piensa lo que siente ella. Puede que hasta ahora toda la culpa haya sido mía, que el dolor lo haya causado yo sola, que no me merezca todo lo que ha estado conmigo hasta ahora, que la vida haya sido demasiado justa conmigo o muy injusta con los demás, pero ya no me importa lo que me digan, lo que me rueguen, lo que me insistan en esto del amor, porque hay algo que no soy capaz de perdonar. Me volví incapaz de consentirme las heridas que dejan cicatriz.

domingo, 19 de diciembre de 2010

No estaré ahí para escucharte.

No entiendo por qué a pesar de todo sigo sintiendo angustia cada vez que escucho tu nombre o que una foto tuya se cruza en mi camino, por qué sigo teniendo miedo de todo y por qué por desgracia tengo las cosas claras a medias. No debo, no puedo y sobre todo no me da la gana caer de nuevo, no pienso volver a engancharme a algo que no me compensa y por lo que no sufro solo yo, no quiero hacerme daño, hacerte daño seas quien seas. No me importa esperarte toda la vida, no te necesito, es más, creo que ni siquiera te espero ya. Creo que siempre me he mentido, he creado una ilusión inexistente de algo que realmente ansiaba, una compañía, un cosquilleo, una sonrisa, un sentimiento, un cariño, un amor, una pasión que jamás estuvo ahí, que no he experimentado nunca.
Son ansias de sentir ese 100% del que ahora no dispongo, de compartir esos millones de cosas que suceden día a día, de ver un amanecer abrazada a alguien que no se marche después de fingir, de ver anochecer sintiendo que la mañana siguiente no va a llegar, vivir cada momento de la forma menos esperada posible, pensando lo mínimo y actuando para ser lo máximo. Ser tú, ser yo, ser nosotros.
No hay un nosotros completamente válido, no hay una vida completamente plena, no hay un sentimiento completamente fiable y no hay un corazón completamente vacío.
Pero si pasas toda tu existencia buscando algo que no existe, ¿Por qué cuando encuentras algo que se acerca sales corriendo? ¿Por qué no eres capaz de aceptar que tu felicidad no depende de ti?¿Por qué piensas? No busques sentidos, no te preguntes nada, no llores, no sufras, no mueras en el intento. Si tienes que correr corre, si tienes que ser feliz no lo pienses, si no lo piensas todo será más fácil.
Tú decías "borrón y cuenta nueva" pero tú borraste la cuenta que ya teníamos en común. Tú decías "voy a cambiar", pero cambiaste demasiado. Tú decías "poco a poco te olvidaré" pero corriste demasiado y ahora has tropezado con mi recuerdo. Sigue hablando. Lo siento mucho, yo ya no estaré ahí para escucharte.

Ente vivo en una barca.

Dame un respiro, pequeño, que tú no notes pero a mi me desahogue. Déjame olvidarte o adorarte pero haz que no tenga que darme cuenta de ninguno de los dos pasos y llegue directamente a la meta.
No me quiero sentir rodeada de agua salada ahora mismo, no me apetece encontrarme en medio del mar y hundirme sin una barca que me rescate.
Hata hoy y desde hace unos cuantos días me he acostumbrado a que la única barca de la que dispongo es la mía, que la única que puede salvarse de si misma y de los demás soy yo, porque por muy incrustada que esté en la gente que dice realmente quererme, hay situaciones insalvables, dolores insoportables, caídas intensas, terrenos y metas infranqueables, que nadie me puede ayudar a atravesar. Hoy me he planteado qué sería de mi en diferentes situaciones, he tenido tiempo para soñar, reflexionar y pensar si ahora mismo todo me vale la pena. Creo que si, pero creo que es el momento de cambiar el punto de vista, la manera de actuar y la temperatura de mis actos. Desde hoy he decidido ser fría sin congelar, ser agresiva sin doler, ser sentida sin pasarme, ser constante sin marcar, ser pasional sin exagerar, ser consciente sin dejar de hacer, ser yo sin importarme opiniones dispares, ser un ente vivo que no sufre.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Borrones.

El pasado siempre vuelve, pero a pesar de todo una parte siempre queda entre tus manos y juega contigo, y tú juegas con él, es como un boomerang que va y viene, que no te deja en paz.
Y ¿qué eres tú? Tú eres un mero juguete en las manos del tiempo y de la memoria, en manos de un destino que desconoces y que no quieres que te alcance.
Serás capaz de correr, de mentir, de esconderte... Pero nunca serás capaz de olvidar, nunca podrás dejar atrás por completo una parte de tu existencia que desea resistirse a ser borrada.
Por eso siempre se dice lo del "borrón y cuenta nueva", emborrona el pasado ya que eliminarlo no puedes y trata de empezar otra vez, avanzando sin girarte a mirar atrás. Es imposible, pero almenos inténtalo.

Romanticoplatónico

El miedo o temor es una emoción caracterizada por un intenso sentimiento habitualmente desagradable, provocado por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente, futuro o incluso pasado. Es una emoción primaria que se deriva de la aversión natural al riesgo o la amenaza, y se manifiesta tanto en valientes como en cobardes, de la misma manera que el amor.
El amor romántico es considerado como un sentimiento diferente y superior a las puras necesidades fisiológicas, como el deseo sexual o la lujuria, y generalmente implica una mezcla de deseo emocional y sexual, otorgándole, eso sí, más énfasis a las emociones que al placer físico, a diferencia del amor platónico, que se centra en lo espiritual.
Aprende a distinguir, aprende a comparar, decidir y no arrepentirte, aprende a hacer lo que el corazón te susurre y no lo que el miedo te imponga. No importa si es romántico o platónico, tú jamás conseguirás elegirlo, personalízalo, olvida las etiquetas y fulmina las heridas, reconoce que tú eres la primera, que tú vas por delante del universo, que hagas lo que hagas las consecuencias las sufrirás tú. Haz de ti misma un amor romanticoplatónico.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Acústica deficiente.

Todo está bien, todo fluye. Ya no existe la energía negativa que antes tanto me dañaba, ¿sabes?. Ya no te veo tan cerca, ya no veo de cerca a nadie, me limito a observar desde lejos. Desde aquí todo es tan pequeño y yo me siento tan grande, tan sola pero tan feliz... Nada pesa, todo lo malo se esfumó en el momento en el que llegué y rocé una gran superficie de tacto suave, esponjoso, tierno, similar a la piel de la persona amada, parecido al rubor de una piel pálida.
Aquí todo es perfecto, y no, no dejaré de mirarte y de miraros nunca, porque aquí donde estoy hay algo que no existe ¿A que no adivinas qué es? yo te lo diré, aquí no existe el dolor, ya no siento nada, ni cariño, ni amor, ni pena, ni desgracia, ni vergüenza, ni siquiera compasión, porque no necesito nada.
De verdad pienso que os encantaría estar en este sitio en el que nada falla y en el que solo existe quien se imagina estar en él, porque nadie me sobra ni nadie me falta, porque estoy como mejor podría estar, mejor que nunca, porque estoy sola y sé que ni le duele a nadie ni me duele a mi y eso es lo que me hace más feliz, que mi felicidad no es responsabilidad de nadie y que yo no soy responsable de la tristeza de los otros.
Por eso todo esto me hace sentirme libre y capaz de veros con otros ojos, con los ojos de alguien que aunque no recuerde nada intuye que siempre quiso lo mejor para vosotros, que a pesar de todo nunca dejará de esperaros y capaz de oír a los pájaros cada mañana contarme los secretos que desde mi nube no llego a oír, porque como debéis comprender, desde lo alto, desde el cielo, la acústica resulta ser un poco deficiente.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Hoy no he podido evitarlo.

Hoy no he podido evitarlo. Hoy he dormido acurrucada en la misma manta en la que te envolvías cuando venías conmigo, he dormido en la misma cama  en la que vimos tantas películas, nos hicimos tantas cosquillas, soñamos tanto. Me he sentado en la silla en la que siempre te sentabas tú y he escuchado tu canción favorita mientras paseaba por donde tantas veces paseé contigo. Hoy he recordado tantos momentos como he podido, he pensado en todo lo que hicimos, en todo lo que pensamos y en eso que no llegó nunca. Había decidido olvidarlo todo en cuanto llegara de nuevo a casa, pero no he podido. Una vez más han caido en forma de agua ardiendo, como a ti te gustaba, han resbalado desde mi cabeza hasta los pies, como resbalaban tus manos cuando la acompañaban, han pasado por mi boca y he visto de nuevo como nos bebíamos el uno al otro como si el mundo estuviera a punto de acabarse, he vuelto a sentir pararse el tiempo, pero esta vez sin quererlo. Y ahora, un día más, estoy dispuesta a tragar saliva y reptar entre mis sábanas, entre las mismas sábanas sobre las que te vi dormir despues de demostrarme mil veces lo mucho que me querías y decírmelo mil veces más, sobre las que tanto pasamos, tanto soñé, tanto te dije, tanto te escuché, tanto nos dimos hasta no poder más. Hoy no he podido evitarlo y he echado en falta un mensaje, una llamada que me sacara una sonrisa al ver en ella un "te amo", un gesto, una mirada, tu sola presencia. Hoy no he podido evitarlo y en cada una de esas cosas te he echado un poquito más de menos, te he sentido cerca otra vez y me he dado cuenta de que no vas a volver. Hoy no he podido evitarlo, hoy he vuelto a llorar tu ausencia.

jueves, 9 de diciembre de 2010

Burbujas.

¿Alguna vez te has sentido como una botella de champú?
Te ven bien, te ven completa, rebosante, brillante, espectante. Sin embargo nadie mira dentro de ti, nadie se da cuenta de la burbuja que llevas dentro, vacía, inquieta, permanente, sensible, pesada y ligera a la vez, lenta, dolorosa. A ella solo la sientes tú.
Solo tú sientes su movimiento, sus consecuencias, las ausencias que te transmite. Solo tú eres su víctima, solo tú padeces su tortura, pero ni siquiera tú sabes qué hace ahí, que la hizo aparecer y qué la hará marcharse. Tú misma te deshaces pensando, evitando situaciones, personas, soledad, compañía, dolor, gestos que quizás no tengan nada que ver con ella, pero cualquier cosa es válida porque solo quiero que te vayas, que desaparezcas porque ya no puedo más, ya me dueles demasiado, ya ni quiero ni puedo tenerte cerca, porque simplemente eres una burbuja ingrávida, incolora. Eres una burbuja que no me deja vivir.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Los finales felices no existen.

Un cambio. Un giro. Más dolor. Menos fuerza. Ganas. Ímpetu. Carisma. Olvido. Imposible. Si. No.
Cambia el rumbo, el destino, tú aun puedes, yo no. Ya no quedan ganas para ese giro que tanto dolor me ha causado otras veces, ya no hay fuerzas para soportar ese peso que me carga tu recuerdo en la espalda, esos recuerdos que fabricamos con tanto ímpetu, con tanto carisma, con tantas ganas de recordar y olvidando que quizas luego serían olvidados. Es definitivamente imposible, no quiero, no puedo, quizás no debo deshacerme de ti, porque siempre habrá un quizás para un nosotros. Si, seguro que lo hay, estoy convencida.
No pequeña, sé realista, los finales felices no existen.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Cuando me alcances.

Si me quieres o te quiero eso ahora importa poco, echo de menos un tipo de cariño que pocos son capaces de dar, ese cariño sin sentimientos, sin color, sin consecuencias, un cariño que no tiene nada que decir, nada que contar.
Cógeme de la mano y arrastrame hasta el lugar más oscuro de este lugar, mímame, da pasos disfrazados de amor, de ternura. Araña mi sensibilidad y destrózala, no me importa, no te quiero, simplemente me haces falta.
Realmente también yo te hago falta, si no no estarías aqui,si no nuestro contacto no sería constante, desenfrenado, suicida, valiente, indiferente, incluso doloroso, porque quizás esto sea lo más parecido al fin del mundo, quizás tus latidos y mis suspiros se escuchen por toda la ciudad como un aullido que resulta repetitivo, incansable, desesperado.
Dame toda la rabia que te sobra, cada una de tus respiraciones, cada parte de tu ser que más me odie pero date prisa, falta poco para que salga el sol, para que la rabia mágica se esfume, para que mi deseo desaparezca, porque mañana no te acordarás de nada y yo me negaré a recordarte, porque mañana habrás desaparecido y lo que pasó solo lo sabremos tú y yo, porque mañana cuando crucemos la puerta no nos volveremos a ver, porque solo podrás volver a mirar estos ojos desde arriba cuando me alcances.

L.I.M.-