jueves, 2 de junio de 2011

Con solo palabras.

Hace más de 12 años, cuando tenía 4 o 5 años y todavía iba a infantil, me acuerdo de que un día en clase, nuestra profesora nos preguntó si alguna vez alguien no había cumplido una promesa que nos hubiese hecho. Cuando fue mi turno, contesté que mis padres no me regalaron la casita de muñecas de playmobil que me prometieron que me comprarían si dejaba de chuparme el dedo. Toda ilusionada, a las pocas semanas conseguí mi propósito pero, sin embargo, mi casita de muñecas nunca llegó. Ahora, si me volvieran a hacer la misma pregunta, podría dar más de un ejemplo y en todos ellos lo que más se repetiría sería la palabra "siempre".

No hay comentarios:

Publicar un comentario