domingo, 12 de diciembre de 2010

Hoy no he podido evitarlo.

Hoy no he podido evitarlo. Hoy he dormido acurrucada en la misma manta en la que te envolvías cuando venías conmigo, he dormido en la misma cama  en la que vimos tantas películas, nos hicimos tantas cosquillas, soñamos tanto. Me he sentado en la silla en la que siempre te sentabas tú y he escuchado tu canción favorita mientras paseaba por donde tantas veces paseé contigo. Hoy he recordado tantos momentos como he podido, he pensado en todo lo que hicimos, en todo lo que pensamos y en eso que no llegó nunca. Había decidido olvidarlo todo en cuanto llegara de nuevo a casa, pero no he podido. Una vez más han caido en forma de agua ardiendo, como a ti te gustaba, han resbalado desde mi cabeza hasta los pies, como resbalaban tus manos cuando la acompañaban, han pasado por mi boca y he visto de nuevo como nos bebíamos el uno al otro como si el mundo estuviera a punto de acabarse, he vuelto a sentir pararse el tiempo, pero esta vez sin quererlo. Y ahora, un día más, estoy dispuesta a tragar saliva y reptar entre mis sábanas, entre las mismas sábanas sobre las que te vi dormir despues de demostrarme mil veces lo mucho que me querías y decírmelo mil veces más, sobre las que tanto pasamos, tanto soñé, tanto te dije, tanto te escuché, tanto nos dimos hasta no poder más. Hoy no he podido evitarlo y he echado en falta un mensaje, una llamada que me sacara una sonrisa al ver en ella un "te amo", un gesto, una mirada, tu sola presencia. Hoy no he podido evitarlo y en cada una de esas cosas te he echado un poquito más de menos, te he sentido cerca otra vez y me he dado cuenta de que no vas a volver. Hoy no he podido evitarlo, hoy he vuelto a llorar tu ausencia.

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