domingo, 19 de diciembre de 2010

No estaré ahí para escucharte.

No entiendo por qué a pesar de todo sigo sintiendo angustia cada vez que escucho tu nombre o que una foto tuya se cruza en mi camino, por qué sigo teniendo miedo de todo y por qué por desgracia tengo las cosas claras a medias. No debo, no puedo y sobre todo no me da la gana caer de nuevo, no pienso volver a engancharme a algo que no me compensa y por lo que no sufro solo yo, no quiero hacerme daño, hacerte daño seas quien seas. No me importa esperarte toda la vida, no te necesito, es más, creo que ni siquiera te espero ya. Creo que siempre me he mentido, he creado una ilusión inexistente de algo que realmente ansiaba, una compañía, un cosquilleo, una sonrisa, un sentimiento, un cariño, un amor, una pasión que jamás estuvo ahí, que no he experimentado nunca.
Son ansias de sentir ese 100% del que ahora no dispongo, de compartir esos millones de cosas que suceden día a día, de ver un amanecer abrazada a alguien que no se marche después de fingir, de ver anochecer sintiendo que la mañana siguiente no va a llegar, vivir cada momento de la forma menos esperada posible, pensando lo mínimo y actuando para ser lo máximo. Ser tú, ser yo, ser nosotros.
No hay un nosotros completamente válido, no hay una vida completamente plena, no hay un sentimiento completamente fiable y no hay un corazón completamente vacío.
Pero si pasas toda tu existencia buscando algo que no existe, ¿Por qué cuando encuentras algo que se acerca sales corriendo? ¿Por qué no eres capaz de aceptar que tu felicidad no depende de ti?¿Por qué piensas? No busques sentidos, no te preguntes nada, no llores, no sufras, no mueras en el intento. Si tienes que correr corre, si tienes que ser feliz no lo pienses, si no lo piensas todo será más fácil.
Tú decías "borrón y cuenta nueva" pero tú borraste la cuenta que ya teníamos en común. Tú decías "voy a cambiar", pero cambiaste demasiado. Tú decías "poco a poco te olvidaré" pero corriste demasiado y ahora has tropezado con mi recuerdo. Sigue hablando. Lo siento mucho, yo ya no estaré ahí para escucharte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario